Este señor se llama Máximo Calabrese, lo cual es asunto de él porque cada cual es dueño de llamarse como le parezca. Lo importante es que escribió una obra de humor negro titulada ¿Q.E.P.D.?
Hasta ahí todo bien. Si no fuera porque al momento de poner en escena ¿Q.E.P.D.? algún trasnochado decidió que uno de los protagonistas fuera este tipo...
...que en lugar de limitarse a estudiar el libreto y preparar su personaje, tuvo un ataque de nostalgia y se acordó de cuando formaba parte de un grupo de humor negro afortunada y definitivamente disuelto a fines del milenio pasado.
No contento con su ataque de nostalgia,el chabón se dedicó a rastrear a sus ex compañeros por internet, hasta que se contactó con este otro tipo:
...quien como hace muchos años que vive en Las Flores, no tuvo mejor idea que invitarlo a actuar allá, pero con ¿Q.E.P.D.? Hasta allí seguía bien la cosa. Pero como para coordinar los detalles forzosamente debían reunirse, lo hicieron en un bar de La Plata. Los detalles los arreglaron en los primeros cinco minutos. Al sexto, estaban hablando de reunir nuevamente a Exequias, idea que decidieron llevar a la práctica sin mucho entusiasmo porque a pesar de todo todavía conservaban resabios de lucidez. El principal obstáculo era localizar a una fulana de la que no tenían noticias desde hacía muchos años y cuyo único dato cierto era que había abandonado la actuación luego de la disolución de Exequias.
Las posibilidades de encontrarla y de que quisiera volver a actuar eran prácticamente nulas. Tres días después de la reunión, la fulana confirmó por sms que se prendía. Y así volvió Exequias.
Los que han venido siguiendo las alternativas de la filmación de Para Elisa saben perfectamente que estos tres individuos no son responsables de sus actos. Es evidente que algo les falla.
Por eso, nadie es responsable de la vuelta de EXEQUIAS.
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